Me desperté sonriente, me duché, me vestí, me preparé, y desayuné. No tarde mucho en salir de casa, hoy el día prometía. Al llegar a clase Nayade, aún no había llegado, con lo cual, si que empezaba bien el día. Espere a Diana, y mientras la espera, cogí el móvil y se lo conté a Melody. Al terminar entró el profesor, y con el resto de alumnos. Menos mal que tengo reflejos, si no, ya no tendría móvil. Lo guarde y me dispuse a atender, pero me era imposible, estaba pensando en Niall, y en como lo besé. Las clases se me hicieron eternas, muy eternas, cuando por fin, me podía ir a casa a comer. A las dos manzanas del instituto, Nayade me había adelantado con el coche, y me ofreció subir. No iba a rechazar la propuesta, y subí. Cuando llegue a la puerta de casa me gritó.
+¡Oye Chloé!
- Dime
+ Que voy a hacer una pequeña fiesta en mi casa, si te quieres pasar por ahí, serás bien recibida. -Sonrió-
- Intentaré pasarme
+ Como quieras -Se encogió de hombros y arrancó-
Entré en casa, comí algo liguero, hice los deberes, y le comenté a Diana lo de la fiesta. Accedió a venir conmigo. Me duché, me deje el pelo suelto, me puse un vestido rojo, con unos tacones altos negros, y una cazadora negra. Me puse un poco de rimmel, me alineé los ojos, y me pinte los labios de color rojo. Esperé a Diana en la puerta de mi casa y no tardó el llegar. Diana llevaba un vestido negro con un lacito fucsia, unos tacones fucsias, y los labios del mismo color, se había rizado el pelo y se había alineado los ojos. Una vez juntas, nos marchamos. Mientras andábamos hablábamos sobre que nos encontraríamos en la casa de Nayade y lo extraño que se nos hacía ir a una fiesta suya.
+¡Eh chicas! ¡Esperadme!
Las dos nos giramos, y allí estaba mi bien formado vecino Liam.
+¡Ag tía, es Liam! -Me susurró-
Me reí. Liam nos alcanzó. Iba bien vestido, no muy arreglado pero no muy informal. Se había puesto unos vaqueros, con unas zapatillas rojas, una camiseta negra ceñida y la chaqueta del equipo. La típica chaqueta roja, con mangas claras, y las iniciales del instituto el la parte delantera, que en este caso eran la "M;H"
+Estas muy guapa.
-Me miro de arriba a abajo-
+Tu también Diana.
-Vaya gracias, tu también.
Los dos sonreimos. Diana carraspeo la gargante y seguimos andando hacia la casa de Nayade. Tocamos a la puerta, y nos abrió con una sonrisa en la cara. Ya había ambiente cuando llegamos. Nada más entrar cada uno se fue a un sitio, quedándome sola. Liam estaba con Harry, Diana con sus amigas de francés y yo sola. Deprimente. Al ver que nadie quería estar conmigo, me acerqué a la mesa de bebida y me tomé un par de copas. Bailé un par de canciones. Me cansé de bailar y con una copa me senté en las escaleras, sola. Observe el ambiente, gente bailando, disfrutando, bebiendo, y... Enrrollandose. Alguien se sentó a mi lado. Me giré para ver quien era. Liam.
+¿Que haces aquí sola?
- Nadie quiere estar conmigo.
+Eso es mentira, yo quiero estar contigo.
-Mentira. Has venido para no verme mal.
+Porque me importas.
Sonreí levemente.
Se levantó, me extendió la mano, me levanté con su mano. Me agarró de la cintura.
+Voy a besarte. Con lengua. Para que lo sientas. Si quieres que lo haga, asiente.
Asenti.
Me besó, con lengua, tal y como lo había dicho. Dudé un momento, pero al final entrelacé mis manos alrededor de su cuello. Y lo sentí. Se separó.
-¿Porque me has besado?
+ Para recordarte que si quiero estar contigo. Si quieres que vuelva a recordártelo llámame.
Me quedé de pie, como una piedra, pensando mientras el se alejaba. Pasaron un par de minutos, y la gente me miraba de forma rara. Decidí bajar de las escaleras, y buscar a Liam. Diana me agarró del brazo.
+Tía, por ahí está Liam, te estás equivocando de dirección.
- Tu tranquila, no me equivoco. Me ha besado.
+ ¿Que te ha...? Pobre, dulce, ingenua y estúpida Chloé no creas que le gustas, estará bajo los efectos del alcohol. Además tienes a Niall
- Esté o no esté bajo los efectos del alcohol, voy a ir ahí, así que suéltame. Además, Niall es como... no sé, es algo raro, pero no es mi novio.
+ ...
- No te das una idea de cuando tiempo he estado enamorada de Liam, es mi vecino desde la infancia, y desde la infancia siempre he sido invisible para él, por una vez, que se digna a hablarme o a acercarse, déjame disfrutarlo.
Me solté el brazo y fui a la zona donde se encontraba Liam con sus compañeros. Todos al ver que me acercaba, pusieron una cara de rareza, y cuchicheaban sobre mí. Las animadoras, que casi todas salían con algún jugador de fútbol, me miraron mal. Liam no tardó en salir entre la multitud y hacer que apartaran la vista.
- He venido ha recordarte, que existo. Y existo desde que soy niña.
Se acercó a mi.
+ Y lo sé.
Me separé, lo cogí de la mano y me lo lleve al jardín. Había gente enrollándose hasta en los árboles, totalmente penoso. Más de uno estaba vomitando tras las flores, y alguno que otro ya estaría tirado en el suelo dormido del pedo que llevaría. Vi una hamaca, y me senté en ella. Liam no tardó en repetir el gesto.
+Dime, ¿a que venia lo que me has dicho antes?
- Viene a que no sé porqué ahora que tenemos 17 años te fijas en mí. Llevo toda mi vida enamorada de ti, y he tenido que ver como te enrollabas con una cada vez, he tenido que soportar unas cuantas fiestas en tu casa y yo en mi habitación, justo frente la tuya, viendo a la gente disfrutar, y tu llevarte a más de una a la cama mientras yo estaba completamente enamorada de ti en secreto. ¿Porqué ahora, que empiezo a fijarme en otro chico me besas?
Se acercó a mi, con la intención de besarme. Le coloco el dedo indice sobre sus labios, y lo aparto.
- No me beses. Dímelo. ¿Porqué?
+ Vale, si de verdad quieres saberlo te lo diré.
- Bien.
+ Me gustas. Y no desde este curso, si no desde siempre. Pero tu siempre fuiste muy reservada, y más estudiosa que yo. Las chicas como tú, siempre piensan que los chicos como yo somos unos cabezas huecas, que sólo queremos una pelota, barro y chicas con las que acostarnos, por eso nunca te hablé ni te invité a las fiestas, pensé que si lo hacía y rechazabas mi invitación me sentiría destrozado, y nunca me arriesgué a hacerlo. Hasta que desde la ventana de mi habitación vi como besaste a ese chico. Me sentó fatal, y decidí que era hora de arriesgarse.
Lo miré a los ojos, y esos ojos marrones tan deslumbrantes brillaban de la sinceridad. Nos miramos fijamente, y poco a poco nos fuimos acercando más, y más, hasta que nuestros labios se rozaron suavemente, fundiéndose en un dulce beso.
-Narra Nayade-
Como cada mañana, me desperté, me duché, me vestí y me fui a toda prisa al instituto, ya llegaba tarde. Llegué justo cuando el profesor estaba entrando, como siempre, me senté al lado de Dayana, y como no de Harry. Después de muchas horas, por fin eramos libres de nuevo, hasta el día siguiente. Un par de manzanas más alejadas del instituto vi a Chloé andando, la invité a subir, acepto, y la llevé a casa. Antes de que se pasará a su casa, me acordé de una cosa.
- ¡Oye, Chloé!
+ Dime
- Que hoy voy a hacer una pequeña fiesta en mi casa, si te quieres pasar por ahí, serás bien recibida - sonreí, al final resulta que la muchacha era maja -
+Intentaré pasarme
-Como quieras - me encogí de hombros -
Arranqué otra vez y puse dirección a mi casa. Me duché de nuevo, me planché el pelo y me puse el vestido blanco de tirantes y unos tacones con plataforma a juego.
Ya había avisado a unos cuantos, así que supuse que no tardarían en llegar una multitud de gente en cuanto se corriera la voz. Empecé a sacar las botellas de alcohol, y algún que otro aperitivo.
Los primeros invitados no tardaron en llegar, como siempre, con más alcohol. Recibía a cada uno de los que venían en la puerta, con una gran sonrisa.
Vinieron algunos de mi clase, con algunos me refiero a Harry, Dayana, Liam, Diana y Chloé.
La gente se fue distribuyendo por toda la casa, en poco tiempo por lo menos había cien personas en la casa.
Cada vez, había más gente borracha e incluso había algunas que ya estaban en el baño vomitando. Lo que había que soportar.
Subí al piso de arriba para ver quien o quienes estaban merodeando por ahí. Encontré a más de uno dándose el lote por las esquinas, pero no me importaba mucho. Pasé a mi habitación y lo encontré mirando las fotos que tenía desde que era pequeña hasta ahora con mis amigas, con un cubata en la mano, iba pedo.
-Como quieras - me encogí de hombros -
Arranqué otra vez y puse dirección a mi casa. Me duché de nuevo, me planché el pelo y me puse el vestido blanco de tirantes y unos tacones con plataforma a juego.
Ya había avisado a unos cuantos, así que supuse que no tardarían en llegar una multitud de gente en cuanto se corriera la voz. Empecé a sacar las botellas de alcohol, y algún que otro aperitivo.
Los primeros invitados no tardaron en llegar, como siempre, con más alcohol. Recibía a cada uno de los que venían en la puerta, con una gran sonrisa.
Vinieron algunos de mi clase, con algunos me refiero a Harry, Dayana, Liam, Diana y Chloé.
La gente se fue distribuyendo por toda la casa, en poco tiempo por lo menos había cien personas en la casa.
Cada vez, había más gente borracha e incluso había algunas que ya estaban en el baño vomitando. Lo que había que soportar.
Subí al piso de arriba para ver quien o quienes estaban merodeando por ahí. Encontré a más de uno dándose el lote por las esquinas, pero no me importaba mucho. Pasé a mi habitación y lo encontré mirando las fotos que tenía desde que era pequeña hasta ahora con mis amigas, con un cubata en la mano, iba pedo.
-No
has cambiado nada, sigues siendo muy guapa
+¿Qué
haces aquí Harry?
-Me aburría abajo, ya se ha
ido Dayana, ya no tengo nada con lo que entretenerme, así que he
subido haber que tipo de habitación tienes
+Bueno, ya la has visto,
bonita, ¿verdad? Pues nada, ale, fuera de aquí – lo intentó
sacar a la fuerza apoyándome en su espalda para empujarlo, pero de
repente, cuando llegamos al marco de la puerta se da la vuelta
rápidamente, quedandose a unos milimitros de mi, podía sentir su
respiración y su olor a alcohol – Harry, ¿qué haces? - dije un
poco cortada -
-¿No lo ves? - dijo
acercandose más a mi -
+Harry, Dayana
-¿Qué pasa con Dayana?
+¡Qué estás con ella, por
ejemplo! - me separé de él, pero fue un intento fallido, me cogió
de la cintura – Será mejor que te vayas... ¡Vete!
-¿Y si no quiero? ¿Qué me
vas a hacer? Sé perfectamente que estas deseando que nos acostemos
en esa cama, al igual que yo – dijo señalando mi cama -
+Harry, vete, vete ya –
intentaba separarme, pero él se volvía a separar -
De repente, la música se
apagó, y la gente empezó a salir de la casa. Me separé de Harry y
bajé corriendo haber que había pasado.
Habían llegado, mis padres
habían vuelto.
-¿Qué hacéis aquí?
Pensaba que no volveriaís hasta mañana por la tarde
+Pues pensabas mal, señorita
· ¿¡Qué es todo esto?! -
dijo mi padre bastante cabreado -
-¿Una reunión de amigos? -
miré a mi alrededor, y no quedaba casi nadie, la mayoría se habían
ido -
+Nayade, no somos tontos,
esto es una fiesta – dijo mi madre intentando sentarse en algún sitio del sofá que no estuviera hecho una porquería -
- Que no, que no, solo he invitado a un par de amigos para... Para que me hicieran compañía, es que me da miedo estar sola en esta casa tan grande - les mentí -
· Claro, ¿y todo este alcohol? ¿Cómo ha llegado hasta aquí? Ahora me dirás que no es tuyo
- ¡Y no lo es! Que, no os preocupéis, en serio, volved al hotel, la noche es joven, cuando volváis todo estará tal y como lo dejasteis antes de marcharos
+ Eso espero, porque si no te quedarás sin paga hasta que me acuerde
Se iban a ir ya, estaban a punto de salir de la casa, cuando bajo Harry en calzoncillos y lo estropeo todo.
¬ Vamos preciosa, tu cama nos espera
· ¿Quién es este Nayade? Y lo más importante, ¿qué hace en calzoncillos? - de nuevo mi padre, estaba hecho una furia -
- Nada, déjalo papá, esta borracho, no le hagas caso
+Jovencito, será mejor que cojas tu ropa y salgas de mi casa
¬ No sin antes hacer mía a Nayade - me miró con la mirada perdida, estaba completamente borracho, cuando intenté mirar a mis padres para explicárselo, mi padre pegó -